Están Madonna, Coldplay, Kendrick Lamar, pero quien le devolvió a la industria discográfica la vida fue la británica Adele, con su regreso a los escenarios.
Por Arturo Fernández Knieling
Ciudad de México, 29 de diciembre (SinEmbargo/dpa).- Durante 2015, los seguidores de la música popular tuvieron ocasión de volver a escuchar la nueva propuesta de Madonna, la incombustible reina del pop, estremecerse con el rapero Kendrick Lamar y también de ver cómo, a última hora, Adele arrasó con su tercer álbum, “25”, que batió todos los récords.
El final de 2015 auguraba un gran pulso entre la cantante británica y Coldplay, que recibió críticas muy negativas por “A Head Full Of Dreams”, su último trabajo, publicado en diciembre. Sólo ellos podían haber hecho sombra a “25”, pero finalmente no fue así.
El nuevo trabajo de Coldplay vio cómo lo nuevo de Adele lo superó en todo. Los británicos, que comienzan a dar muestras de agotamiento, tuvieron que conformarse con el segundo puesto en algunas de las principales listas de éxitos.
El tercer álbum de la cantante británica despachó seis millones de copias en todo el mundo en una semana, la misma cantidad que Ed Sheeran y Taylor Swift en todo 2015.
El año parecía tocar a su fin en la misma dinámica negativa en ventas de discos de los últimos años, situación que empeora cada vez más y que asfixia a la industria. Hasta que llegó ella. Hacía años, prácticamente desde 2008 cuando el “Back to Black” de Amy Winehouse y el “Rockferry” de Duffy arrasaron, que la industria no recibía una inyección monetaria semejante.
Y sin embargo, el listado de grandes nombres que publicaron trabajo discográfico durante este año no es precisamente corto. Nombres muy consolidados en la industria discográfica, grandes divas delpop y promesas que ya son algo más, eligieron 2015 para mostrar al público sus nuevas creaciones.
Uno de los trabajos más esperados era “Rebel Heart”, de Madonna, la reina del pop (o al menos una de ellas). El decimotercer álbum de estudio de la cantante estadounidense se publicó el 6 de marzo por Interscope Records, y en él se mezclan una gran variedad de géneros como el house, el trap y el reggae.
La polémica surgió cuando, aún en 2014, trece canciones se filtraron en Internet y precipitaron el estreno de seis temas antes de tiempo, decisión tomada por la propia Madonna, que lo justificó como una maniobra para evitar que los seguidores escucharan mezclas incompletas de su trabajo.
“Rebel Heart” recibió en general buenas reseñas y tuvo un rendimiento comercial positivo. Debutó en el número dos de las listas de éxitos Billboard 200, siendo el disco más vendido de la semana. Por contra, fue el primer álbum de estudio de la artista que no consiguió la primera posición desde “Ray of Light”, en 1998.
Kylie Minogue, con “Kylie Christmas” o Miley Cyrus con “Miley Cyrus and her Head Petz”, también se sumaron a la lista de grandes divas que publicaron sus nuevas creaciones, siendo calificada la de Cyrus por News Musical Express como “una de las obras más extravagantes creadas por una estrella del pop y, aún así, imprescindible”.
Rolling Stone eligió disco del año, por delante de “25”, a “To Pimp a Butterfly”, publicado por el rapero Kendrick Lamar. La revista musical lo definió en estos términos: “Musical, lírica y emocionalmente, el tercer disco de Kendrick Lamar es una especie única en su género, una obra maestra”.
A mediados del año, los seguidores del grupo de rock progresivo Muse recibieron con los brazos abiertos “Drones”, su séptimo disco estrenado el 8 de junio. Debutó en el número uno de la revista Billboard, desplazando así al disco de los también británicos Florence and the Machine, “How Big, How Blue, How Beautiful”, otro de los discos del año. Fue la primera vez en la historia en la que dos grupos británicos alcanzaron el número uno de “Billboard” consecutivamente.
“Drones” debutó también en el número uno en otros 21 países, y en Reino Unido protagonizó el tercer mejor ranking de ventas del año hasta ese momento.
Tras el éxito que Mumford and Sons obtuvo con “Babel”, su segundo trabajo, la banda estadounidense publicó en mayo “Wilder Mind” entre grandes expectativas por parte de los seguidores. El cambio en la sonoridad de la banda, muy acentuado en comparación con el anterior trabajo, dividió a seguidores y crítica, algo que no impidió que fuera un éxito de ventas en su primera semana.
La siempre peculiar e inclasificable Lana del Rey, y la banda Beirut, dos de los mayores exponentes de la música independiente, publicaron respectivamente y casi a la vez “Honeymoon”, que alcanzó el número uno en Australia, Grecia e Irlanda y “No No No”.
La “boyband” One Direction y su “Made in the A.M”, quinto disco de estudio de la formación británica, obtuvo muy buenas críticas y debutó en el número 3 de la lista “Billboard Hot 100”, consagrándose como la agrupación juvenil más importante de la actualidad.
Como todos los años, 2015 no estuvo exento de discos publicados por viejas leyendas que se resisten a retirarse. Durante este año, Mark Knopfler, ex Dire Straits (“The Tracker”), Bob Dylan homenajeando a Sinatra (“Shadows in the Night”), Neil Young (“The Monsanto Years”), Bon Jovi (“Burning Bridges”), Prince (“HITNRUN: Phase One”), New Order (“Music Complete”) o Rod Stewart (“Another Country”) protagonizaron los retornos del año.
Aunque los británicos Coldplay fueron el último lanzamiento destacado del año, con su “A Head Full of Dreams”, no cabe duda de que, aunque casi al final, este 2015 se recordará como el de la consagración definitiva de Adele.